domingo, 21 de outubro de 2012

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Encontrado un planeta en el sistema estelar más cercano a la Tierra

 

Astrónomos europeos han descubierto un planeta con una masa similar a la de la Tierra orbitando una estrella en el sistema Alfa Centauri, el más cercano a la Tierra. También es el exoplaneta más ligero descubierto hasta el momento alrededor de una estrella de tipo Sol.

Impresión artística del planeta alrededor de Alfa Centauri B. Abajo a la izquierda vemos a Alfa Centauri A; en el centro, Alfa Centauri B; en el extremo superior derecho, el Sol. Crédito: ESO/L. Calçada.

Alfa Centauri es una de las estrellas más brillantes de los cielos australes y el sistema estelar más cercano a nuestro Sistema Solar; se encuentra a tan solo 4,3 años-luz de distancia. En realidad se trata de un sistema estelar triple, que consiste en dos estrellas similares al Sol orbitando cerca la una de la otra, designadas como Alfa Centauri A y B, y una estrella roja débil más distante conocida como Próxima Centauri. Desde el siglo XIX, los astrónomos especulaban con la posibilidad de la existencia de planetas orbitando estos cuerpos, ya que sería el lugar más cercano en el que encontrar un huésped que pudiera albergar vida más allá del Sistema Solar, pero búsquedas de gran precisión no revelaban nada. Hasta ahora.

"Nuestras observaciones se prolongaron durante más de cuatro años, utilizando el instrumento HARPS, y han relevado una señal diminuta, pero real, que muestra un planeta orbitando Alfa Centauri B cada 3,2 días", afirma Xavier Dumusque (Observatorio de Ginebra, Suiza, y Centro de Astrofísica de la Universidad de Oporto, Portugal), autor principal del artículo. "¡Es un descubrimiento extraordinario y ha llevado nuestra tecnología hasta sus límites!".

El equipo europeo detectó el planeta captando los pequeños bamboleos en el movimiento de la estrella Alfa Centauri B generados por el tirón gravitatorio del planeta que la orbita. El efecto es diminuto — hace que la estrella se mueva hacia delante y hacia atrás no más de 51 centímetros por segundo (1,8 km/hora, más o menos la velocidad que alcanza un bebé cuando gatea). Es la precisión más alta alcanzada nunca con esta técnica.

Alfa Centauri B es muy similar al Sol, pero ligeramente más pequeña y menos brillante. El nuevo planeta descubierto, con una masa algo mayor que la de la Tierra, se encuentra orbitando la estrella a unos seis millones de kilómetros de distancia, una distancia mucho menor que la de Mercurio con respecto al Sol en nuestro Sistema Solar. La órbita del otro componente brillante de esta estrella doble, Alfa Centauri A, se mantiene a cientos de veces esa distancia, pero aún así sería un objeto muy brillante en los cielos de este planeta.

El primer exoplaneta alrededor de una estrella tipo Sol fue encontrado por el mismo equipo en 1995 y, desde entonces, ha habido más de 800 descubrimientos confirmados, pero la mayor parte son planetas mucho más grandes que la Tierra, abundando los planetas tipo Júpiter. El reto al que se enfrentan ahora los astrónomos es detectar y caracterizar un planeta con masa similar a la de la Tierra que orbite en la zona de habitabilidad de otra estrella. Ya se ha dado este primer paso.

"Este es el primer planeta con una masa similar a la de la Tierra encontrado alrededor de una estrella de tipo Sol. Orbita muy cerca de su estrella y debe hacer demasiado calor para albergar vida tal y como la conocemos", añade Stéphane Udry (Observatorio de Ginebra), coautor del artículo y miembro del equipo, "pero es posible que forme parte de un sistema en el que haya más planetas. Otros resultados de HARPS y nuevos descubrimientos de Kepler, muestran claramente que la mayor parte de los planetas de baja masa se encuentran en este tipo de sistemas".

"Este resultado representa un gran paso adelante hacia la detección de un planeta gemelo a la Tierra en las inmediatas vecindades del Sol. ¡Vivimos tiempos emocionantes!", concluye Xavier Dumusque.

Los resultados aparecerán online en la revista Nature, en su edición del 17 de octubre de 2012.

 

Fuente: ESO


Un halo de gas caliente rodea la Vía Láctea

 
 

Ilustración artística del enorme halo de gas caliente que rodea la Vía Láctea. Crédito: NASA/CXC/M.Weiss; NASA/CXC/Universidad Estatal de Ohio/A.Gupta y colaboradores.

Los astrónomos han utilizado el Observatorio Chandra de Rayos X de la NASA para encontrar evidencia de que nuestra galaxia, la Vía Láctea, se encuentra incrustada dentro de un enorme halo de gas caliente que se extiende por cientos de miles de años-luz. La masa estimada del halo es comparable a la masa de todas las estrellas en la galaxia.

Si el tamaño y masa de este halo de gas son confirmados, podría ser una explicación para lo que se conoce como el problema de los "bariones perdidos" de la galaxia.

Los bariones son partículas, como los protones y neutrones, que componen más del 99,9% de la masa de los átomos que podemos encontrar en el cosmos. Las mediciones de halos de gas extremadamente lejanos y galaxias indican que la materia bariónica presente cuando el Universo tenía unos pocos miles de millones de años de edad representaba alrededor de una sexta parte de la masa y densidad de la materia oscura existente. En la era actual, aproximadamente 10.000 millones de años después, un censo de los bariones presentes en las estrellas y el gas de nuestra galaxia y las galaxias cercanas demuestra que no se sabe dónde está al menos la mitad de los bariones.

En un estudio reciente, un equipo de cinco astrónomos usó datos de Chandra, el observatorio espacial XMM-Newton de la ESA y el satélite Suzaku de Japón para poner límites a la temperatura, extensión y masa del halo de gas caliente. Chandra observó ocho fuentes brillantes de rayos X localizadas más allá de la galaxia, a distancias de cientos de millones de años-luz. Los datos revelaron que los rayos X provenientes de estas fuentes lejanas son absorbidos selectivamente por los iones de oxígeno en la vecindad de la galaxia. Los científicos determinaron que la temperatura del halo que absorbe los rayos X es de entre 1 millón y 2,5 millones de kelvin, o unas pocas cientos de veces más caliente que la superficie del Sol.

Otros estudios han demostrado que la Vía Láctea y otras galaxias están incrustadas en gas cálido con temperaturas de entre 100.000 y 1 millón de kelvin. Los estudios han indicado la presencia de un gas más caliente con una temperatura mayor a 1 millón de kelvin. Esta nueva investigación proporciona evidencia de que el halo de gas caliente que envuelve la Vía Láctea es mucho más masivo que el halo de gas cálido.

"Sabemos que hay gas alrededor de la galaxia, y sabemos cuán caliente es", dijo Anjali Gupta, autora principal del estudio que describe la investigación y aparece en The Astrophysical Journal. "La gran pregunta es, ¿cuán grande y masivo es el halo?".

Para comenzar a responder esta pregunta, los autores complementaron los datos de Chandra sobre la cantidad de absorción producida por los iones de oxígeno con los datos de XMM-Newton y Suzaku sobre los rayos X emitidos por el halo de gas. Concluyeron que la masa del gas es equivalente a la masa de más de 10 mil millones de soles, quizá tanto como 60 mil millones de soles.

"Nuestro trabajo demuestra que, para valores moderados de los parámetros y con suposiciones razonables, las observaciones de Chandra implican una enorme reserva de gas caliente alrededor de la Vía Láctea", dijo la coautora Smita Mathur de la Universidad Estatal de Ohio en Columbus. "Puede extenderse por unos pocos cientos de miles de años-luz alrededor de la Vía Láctea o puede extenderse más allá, hasta el grupo local de galaxias que nos rodea. De cualquier manera, su masa parece ser muy grande".

La masa estimada depende de factores como la cantidad de oxígeno en relación al hidrógeno, que es el elemento dominante en el gas. Sin embargo, la estimación representa un importante paso para resolver el caso de los bariones perdidos, un misterio que ha intrigado a los astrónomos durante más de una década.

Aunque existen incertidumbres, el trabajo de Gupta y sus colegas ofrece la mejor evidencia hasta ahora de que los bariones perdidos de la galaxia han estado ocultándose en un halo de gas de millones de kelvin que envuelve la galaxia. La densidad estimada de este halo es tan baja que halos similares alrededor de otras galaxias habrían escapado a la detección.

El artículo que describe estos resultados fue publicado en la edición del 1 de septiembre de The Astrophysical Journal Letters.

 

Fuente: NASA


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